Octavo Doctor

El Octavo Doctor tuvo una vida bastante compleja en relación con el tiempo, frecuentemente involucrado en paradojas temporales y universos paralelos, cosa que hace imposible saber con seguridad cómo poner en orden ciertas épocas de su existencia. Por si esto fuera poco, sufrió situaciones de amnesia frecuentemente y se pasó grandes partes de su vida en un solo lugar durante más de cien años, tales como la Tierra y Orbis.

Algo que lo hizo único en comparación con las demás encarnaciones del Doctor era que estaba técnicamente muerto tanto al principio de su vida al regenerarse el Séptimo Doctor como al final, cuando se convirtió en el Doctor Guerrero. Otros aspectos que lo diferencian de los demás son el hecho de que fue el único Doctor en viajar junto con un Guerrero de Hielo y el primero en tener numerosas interacciones con su nieta después de que su primera encarnación la dejara atrás en la Tierra.

El Octavo Doctor fue un feliz aventurero que se enamoró de sus acompañantes Grace Holloway y Charlotte Pollard. No tenía tapujos a la hora de experimentar y apreciar emociones humanas, yendo de besar a Grace a proporcionar apoyo psicológico para Izzy Sinclair. Su afecto por los humanos era tan fuerte que incluso afirmó ser medio humano — aunque fuentes disputaron que esto fuese cierto.

Alguien optimista y romántico, el Doctor trató de permanecer siendo un aventurero contento y pacífico pese a un universo que no dejaba de volverse cada vez más hostil a su alrededor, culminando en la Última Gran Guerra del Tiempo entre Señores del Tiempo y el Imperio Dalek. Pese a sus esfuerzos por mantenerse fuera de la guerra, el Doctor acabó cediendo ante una guerra que amenazaba a toda la existencia universal. Cuando le presentaron con una opción de decidir características clave de su siguiente encarnación, decidió convertirse en un guerrero con la esperanza de poner fin a la guerra de una vez por todas.

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